
Quién diría... que muy adentro seguimos siendo niños. Esperando recibir lo anhelado de quien esta a nuestro lado. Quizás nunca lo recibamos del que esperamos, pero ciertamente alcanzaremos lo deseado... si nos esforzamos. Cuesta esperar y duele el desengaño.
Quién diría... que aveces tenemos que perder, para ganar. Que no es hasta que estamos desnudos, que podemos vestirnos. Que muchas veces nuestro corazón tiene que ser roto, para que vuelva a palpitar. Que no es hasta que lloramos, que nos despojamos de la ansiedad y podemos pensar con claridad lo que es mejor.
Quién diría... que estaríamos de pie. Con nuestro espíritu dispuesto a llenarlo de estrellas, de regalos y sueños. Destinados a ganar... impulsados por la fe. Siempre creyendo que después de todo... llegará la paz.- REP/Mayte 12/07