He soltado amarras y navego mar adentro. Las velas están altas y el mar mueve mi barca. Lejos queda el puerto que torturaba mi alma. Sin darme cuante... me robaba mis fuerzas.
Ahora peso lo recibido y descarto lo que no sirve. Me hago libre y vuelo alto. El ruido queda lejos y me invade la esperanza...
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