
Una canción que sus versos nos animan a creer en el amor… “todos los años, los meses y los días…todas las horas y todos los instantes… mientras pueda latir mi corazón”. Me cautiva la idea de un amor de toda la vida, cuando las emociones diarias nos llevan a un cambio continuo en motivos y deseos. ¿Qué significa toda la vida en realidad? Que nos motiva a vivir las horas y los instantes entregados a un sentimiento que involucra nuestro corazón que es tan vulnerable.
Arranca en versos “tendrás las flores de mi amor… en primavera y en el verano aumentara el calor con mi pasión… y el otoño cuando las hojas caigan tendrá tu vida una nueva ilusión y en el invierno tendrás el fuego de mi corazón”. Esas palabras que siempre esperas y no llegan, esa pasión que duele. Esa ilusión que muchas veces es pasajera y ese corazón que nunca se entrega completamente. ¿Podremos conjugar los pensamientos y entretejer los sentimientos a tan alta expectativa en un amor humano?
Me agrada la idea y me envuelven las emociones al escuchar la letra. Me condena la idea de esperar tan completa entrega y sentirme defraudada cuando no se realiza. Son solo ideas… la melodía nos arrastra a un nivel de fantasía y sueños. La realidad es otra.
Creo que cambiare la letra… ¡Me amare toda la vida! Rugiré con fuerza ante el coloquio de mi mente. … creo en el amor… lo hay, se siente y se da. Lo haces tuyo y lo disfrutas. Pero no es real hasta que no me amo yo primero. Realizo mis amores al alcanzar mi yo. Son mis alegrías las que hacen latir mi corazón. Son mis primaveras las que traen flores a mi alma. Es la ilusión de un nuevo comienzo, cuando todo se ve perdido y es el fuego de mi entrega el que me hace feliz.
Es con pasión que anhelo vivir una vida completa. Una pasión que me lleve a cumplir mi historia. A realizar mis sueños. A cumplir mi propósito en la vida. Por eso y más… me amare toda la vida.